El árbol, me acuerdo yo de hace un montón de años cuando mi gato Dizzy, después de toquetear un par de bolas, se lanzó directamente sobre él con las cuatro patas por delante y consiguió tirarlo abajo en medio del comedor. Dos metros de árbol por el suelo, todas las bolas rotas a trozos, un montón de tierra (estaba "plantado" en una gran maceta que se volcó). Salió huyendo muerto de miedo y estuvo todo el día escondido debió ser desde entonces cuando dejamos de poner el árbol. Angelito, era un terremoto gatuno, todo de color blanco.